Obberto, saludado por Luis Scola. |
"Estoy feliz por haber vuelto con esta camiseta y en mi provincia. Fue un regreso inolvidable", dijo apenas terminó con lágrimas en los ojos.
Con respecto a que le pasó por la cabeza en el momento de entrar al partido, sostuvo:
"Muchas cosas, mi hija, mis amigos, la familia. Todo lo que tuve que pasar para volver. Pero en el momento de entrar me metí de lleno en lo que tenía que hacer y de la mejor manera". También tuvo tiempo para hacer su análisis de sensaciones en este regreso tan esperado. Sobre esto, admitió que "fue algo muy bonito. Igual, me duele todo el cuerpo porque hacía muchos meses que no tenía competencia oficial. Pero me sentí feliz. El básquet es un deporte para disfrutar con amigos y lo pasé bárbaro".
Hay que decir que Oberto sólo estuvo en cancha doce minutos en el encuentro ante los venezolanos e hizo doce puntos con cinco rebotes, tres asistencias y tres pelotas perdidas.
Del mismo modo, se llevó todos los flashes de la noche que querían retractarlo.
Además, consideró sobre el funcionamiento del equipo que "fueron buenos partidos donde pudimos sacar mayor diferencia. Todos piensan que el preolímpico va a ser fácil y que tenemos la plaza asegurada pero yo les digo que no va a ser así. Debemos jugar muy bien y trabajar duro para lograrlo".
Volvió Oberto y tanto sacrificio pareció plasmarse en la cancha en esos pocos minutos que jugó. Para él será inolvidable como esos duros momentos que pasó fuera del básquet. Sufrió pero se sintió feliz. Fue como un renacer a los 36 años de edad. (Fuente Clarín).
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