Cuando parecía que Diego Maradona dejaba la selección por no aceptar que le dieran de baja a varios de su colaboradores, ahora no está tan claro. Y dicen que hay una puerta entreabierta para su regreso.Lo cierto es que Argentina, más allá de quien esté en la dirección técnica, llegará a Brasil 2014 con 28 años sin conseguir un título mundial.
Oprobio de que los mejores jugadores, incluso del mundo, pasaron por esos seleccionados que no pudieron superar la barrera de los cuartos de final, en muchos casos.
Pero, ¿en qué se fracasó? Naufragaron sin una estructura sostenedora, sin una expresión grupal que respondiera a una identidad definida. Sin ese proyecto alemán, por ejemplo, pese a trastabillar en un mundial anterior. Por lo menos en esta última etapa argentina.
¿Qué debería hacerse? Reinventarse con un cuerpo técnico profesional y capacitado. Que modele un bosquejo colectivo y que rescate a las exquisitas individualidades. Con una mirada sapiente del fútbol moderno y que no desprecie la esencia del fútbol argentino, el buen juego.
Conocimiento, capacitación y proyecto. Términos para los pasos que se vienen.
Refundar y ejecutar, verbos para lo que sigue. Sin los componentes cabareteros que se escucharon en los últimos días. Ni amiguismos para considerar en los puestos claves.
El plan es trabajar porque, ¿cuánto más talento se va desperdiciar en un equipo nacional? La gloria es sólo de la selección argentina. Y ya ha pasado mucho tiempo de tirarla por la borda. (Fuente El Gráfico).
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