LeBron James, en el homenaje sentido a su amigo Kobe. |
En el Staples Center de Los Ángeles, donde brilló, se le realizó el homenaje que merecía.
El equipo al cual perteneció, Los Ángeles Lakers, luego del partido ante Portland, se sumergió en la emoción. Casi 20 mil personas se acercaron al estadio para despedirlo.
La mitad de los concurrentes vestía la camiseta con el número 8 y la otra mitad, con el 24, con las que jugó Koby. De manera paradógica, las dos butacas vacías eran las que solían utilizar el mismo Kobe y su hija Gigí.
Al llegar a dicho estadio, los fanáticos encendieron velas, dejaron flores para la gran estrella norteamericana.
Un amigo suyo como LeBron James fue quién tomó el micrófono para dirigirse a la multitud. No pudo evitar la emoción al sacar el papel del bolsillo, pero rápido lo desechó.
"Me preparé para decir algo, pero si lo hiciera no estaría hablando con el corazón, que es como lo quiero hacer. Ésto es una gran celebración de alguien que fue un hermano para mí desde que estaba en el secundario. Al llegar a la NBA con 18 años, todas las batallas que libramos juntos. Compartimos la determinación y el deseo de ganar siempre. El hecho de que esté aquí es para darles el mensaje que quiero continuar su legado, en esta temporada y todo lo que queda para jugar al básquet", dijo en forma de emoción.
Para, además, reafirmar con las palabras: "Con mis compañeros vamos a continuar con lo que él nos dejó el tiempo que podamos seguir compitiendo, eso es lo que él quería. En palabras de Kobe sería Mamba Out, pero en las nuestras son no te olvidaremos, sigues viviendo, hermano". (Fuente Crónica).
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