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| Boca de 1949, primer equipo grande que debió descender. |
Los
hinchas boqueases se jactan de que su equipo nunca se fue al descenso. Pero su
necedad e insoportable fanatismo les impide aceptar que Boca debió ser el
primer equipo grande en irse a la B
en el año 1949.
La actitud mafiosa de la
AFA –ya en aquél tiempo- impidió que esto se cumpliera con
normalidad.
El
campeonato Metropolitano de 1949 estuvo lleno de irregularidades. Boca Juniors
cumplió la peor campaña de su historia, ya que estuvo último en todo el torneo
y logró zafar en la última fecha al ganarle a Lanús 5-1 de local, con quien
competía para no descender.
Pero,
¿cómo un equipo que perdió en 17 oportunidades –sí, toda una rueda porque se
jugaba a dos con 18 equipos- con solo 10 triunfos, 7 empates y 52 goles a favor y 58 en contra, puede permanecer en Primera? Solo por la trampa de la
Casa Madre del fútbol pudo suceder. Pero
vayamos por partes.
La
mano venía mal para el conjunto de la
Ribera y viendo esto la AFA actuó rápidamente como el Súper Pibe para
defender al payaso Pepino cuando estaba en peligro en Titanes en el Ring. Abrió
el libro de pases al término de la primera rueda –esto nunca había sucedido- y
le permitió incorporar al goleador de Vélez, Juan José Ferraro, para salvarse.
De
poco le sirvió porque solo hizo 5 goles. Si hasta su archienemigo River le
ofreció 3 jugadores para no descender, que por su soberbia no aceptó. La AFA argumentó que lo hacía por
la huelga de los profesionales del año anterior 1948 ¿? en que no hubo descensos.
Al
ver que el descenso de Boca era posible, la AFA decretó la nulidad de los mismos si Boca o
Huracán ocupaban la última posición (sólo bajaba uno a la B). Se sabía que el presidente
de la Nación,
Perón, era de Boca y amigo del militar Tomás Ducó –presidente de Huracán-. No
correrían la misma suerte Tigre y Lanús, los otros comprometidos.
No
se puede comprobar que la victoria en La Bombonera ante Lanús por 5-1 haya sido ilegítima,
salvo que se jugó a distinto horario con los demás resultados ya puestos. Lo
mismo que las ayudas arbitrales en los partidos anteriores. Llama la atención
el marcador, ya que en el partido de ida jugado en el Sur, el Xeneixe ganaba 3-0
en el primer tiempo y el Granate se le dio vuelta venciendo 4-3.
Con
ese triunfo Boca logró evitar el descenso, lo mismo que Tigre que le empató a
Independiente sobre la hora 1-1. En tanto, Lanús tuvo que jugar el desempate
con Huracán que venció a Banfield 1-0, igualados en la última posición.
Fue
ridícula la definición del descenso con cuatro partidos. El primero lo ganó el
Globo 1-0, en el segundo se repuso Lanús al vencer por 4-1. El tercer encuentro
definitorio (ya en 1950) iba empatado 3-3 cuando el árbitro anuló un gol del
Globo por posición adelantada. Los jugadores de Huracán se retiraron de la
cancha en disconformidad.
El
reglamento decía que el equipo que abandonara el campo de juego debía perder
los puntos. En consecuencia, Huracán debió descender por primera vez en su
historia. La AFA, en una actitud netamente favorable al club de Parque Patricios, decidió que se
jugara un nuevo partido en febrero de 1950.
El
cotejo era favorable a Huracán 3-2 cuando el referí ignoró un claro penal a
favor de Lanús y en la jugada siguiente cobró la pena máxima para el Globo.
Ahora, los jugadores sureños hicieron una sentada en señal de protesta
impidiendo que el juego continuara. El partido se suspendió y la AFA directamente mandó al
descenso a Lanús por primera vez.
Así
las cosas, Boca debió haber sido el primer equipo grande en irse a la
B. De la misma manera, -nobleza obliga-
River debió descender en 1983 pero, por la implementación de los promedios en
ese año para salvar a los grandes en especial a Boca, que estaba quebrado y
debió bajar nuevamente en 1984, se fue Racing (se hubiera ido en años
posteriores por las malas performances).
San
Lorenzo se había ido en 1981 y finalmente, River bajó a la B en la temporada 2011/12 e
Independiente en 2012/13. La realidad sea dicha. Por M.A.
Fuente:
Revista
Goles.
El
Libro del Fútbol, editorial Abril.
Expediente
River.
