martes, 24 de marzo de 2020

Walter Safarián se "confesó" armenio

Walter Safarian es de Armenio de corazón.
LOS periodistas muchas veces prefieren ocultar su simpatía por un equipo para no tener inconvenientes con los hinchas, en rigor de tener que visitar los distintos estadios.
En el caso de Walter Safarian, de larga trayectoria en los medios, no dudó en la ocasión de elegir su preferencia por el Deportivo Armenio, sobre todo cuando hacía de local en las canchas de Defensores de Belgrano y Platense. Y más que nada de aquél gran equipo que subió a la Primera A.

"Yo iba al colegio armenio San Gregorio. Allí me formé e hice toda la primaria y secundaria. Vengo de una familia armenia y era una tradición ir a ver al Deportivo. Iba con mi papá o mi tío y los chicos del colegio también iban. Vi el ascenso en 1976 en la cancha de Estudiantes de Buenos Aires y después al Nacional B en la temporada 1985/86 cuando ya jugaba en Platense. Después la gran alegría de acender a Primera hasta la cancha propia en Ingeniero Maschwitz. Por cuestiones de trabajo mucho no voy, pero a veces me hago una escapada. Cuando me necesitan estoy, incluso para colaborar", dijo.
Con respecto al mejor equipo que vio de su club, consideró: "El mejor de todos no tengo dudas el que consiguió el ascenso a Primera. Ese jugaba bien y estuvo 30 partidos invicto que lo pierde después de ser campeón en la liguilla Pre-libertadores contra Boca en cancha de Vélez".

En cuanto a las pasiones que lo llevan a considerar sus preferencias por el conjunto de la colectividad armenia, comentó: "Para mí el mejor técnico que tuvo fue Alberto Parsechian que además tengo una relación especial con él y me encuentro cuando voy a la cancha. El equipo que él dirigió fue el mejor. Me acuerdo del gol de Cincunegui a Banfield que le dio el ascenso. Ese fue el que más grité y otro de Wensel en cancha de River que perdía 2-0 con el Millo y lo dio vuelta 3-2. Ese equipo tiene una particularidad: Le ganó a Boca y a River en la Bombonera y en el Monumental. Después de los jugadores me quedo con el Chiqui Úbeda. Un jugadorazo que lo hacía de diez y los pibes siempre lo mirábamos a él". (Fuente Crónica). 
    

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