Amadeo Carrizo, símbolo de River y del fútbol tofo. |
Las generaciones más grandes fueron los que vieron esa especie de arquero-jugador que lo hacía adelantándose de la valla para anticipar la jugada, muchas veces con lujos a la hora de parar la pelota.
Amadeo había nacido en Rufino Santa Fe y debutó en el arco millonario en 1943 cuando tenía 23 años. De allí hasta 1968 su nombre figuró en el once inicial, al pasar por grandes equipos entre ellos el de la famosa Maquina.
Carrizo fue respetado por todas las hinchadas argentinas, incluso la de Boca a pesar de sus duelos primero con el brasileño Valentín y a posteriori, con Ángel Clemente Rojas (Rojitas).
En 1969 cuando era suplente en River del Loco Hugo Gatti se fue a jugar a Colombia en el club Millonarios donde se iba a retirar. En la selección argentina también ocupó la valla con dos hechos que lo marcaron.
El Mundial de 1958 en Suecia con la goleada en contra en la primera ronda con Checoslovquia 6-1 y la Copa de las Naciones en 1964 siendo campeón invicto.
En el club de Núñez ostenta el récord de ser el futbolista que más partidos disputó (521) por encima de Ángel Labruna (514) y Reinaldo Merlo (500).
Tan emblemática fue su figura en el orden nacional que se estableció el Día del Arquero el 12 de junio en conmemoración a la fecha de su nacimiento.Con su ida también se va una parte de la historia de River Plate que lo tiene encumbrado como uno de sus ídolos máximos además de haber sido presidente honorario hasta el fín de sus días. (Fuente Crónica).
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