San Pantaleón, la fe que no se agota

Miles de fieles veneran al santo los 27 de julio.

TODOS los años una multitud venera al protector de los enfermos: San Pantaleón. En el barrio de Mataderos donde se encuentra el santuario se lleva a cabo el tradicional festejo.
Desde hora temprana, los 27 de julio las personas se acercan para manifestar su devoción al santo y realizar toda clase de peticiones. La iglesia se abre a las 5 de la mañana y hay misas en diversos horarios. La principal (11.30) fue llevada a cabo por el arzobispo Mario Poli.

El primado de la Argentina bendijo y saludó a los presentes, en tanto que por el constante ingreso e egreso de personas al santuario se potenció la fe que se tiene por San Pantaleón.
Éste fue un mártir que había nacido en Nicomedia (hoy Turquía) en el año 275 y dedicó su vida a la medicina, al igual que su padre., en momentos en que los romanos gobernaban el mundo.

El nombre significa "el que se compadece de todos", siendo el médico del emperador Galerio Maximiano. En el año 303, otro emperador (Dioclesiano) descubrió la inclinación de Pantaleón al cristianismo y tras varias advertencias, llegó a torturarlo.
La muerte llegó el 27 de julio de ese año, al ser decapitado en una higuera seca por no renunciar a su fe. La sangre del santo fue conservada por siglos en la ciudad italiana de Ravello, donde en el día festivo se vuelve líquida, tal lo indica la tradición. (Fuente Crónica).