martes, 10 de diciembre de 2013

Diego Aventín tenía que ser campeón

Aventín, campeón del TC en 2013.
Tras un año lleno de cuestionamientos en la categoría (sobre todo políticos), Diego Aventín se dio el gusto y se consagró campeón del Turismo Carretera en su temporada número catorce.
 
El Pumita llegó segundo (la carrera la ganó el Pato Silva en el Autódromo de Buenos Aires) y pudo alzarse con la Copa de Oro para el delirio de los hinchas de Ford. “Es el día más feliz de mi vida”, dijo apenas se bajó del auto. “Pude lograr el título luego de 14 años de cuestionamientos permanentes por un motivo u otro”, sostuvo el vencedor.

“No es fácil ser el hijo del ex Presidente de la ACTC”, habían dicho. En efecto para cumplir su sueño, Diego debió dejar atrás 236 participaciones con 16 victorias -3 en 2013- y soportar múltiples sospechas. Pero celebró el crédito de Morón con ánimo de revancha.
 
Aventín debutó en 1999 (6 de febrero) en TC y recién dos años después pudo conseguir la primera victoria (fue en el circuito de 9 de julio). La dedicatoria, obviamente, fue para los fanáticos del Ovalo y un reconocimiento para Guido Falaschi, también piloto de la marca fallecido en una carrera en Balcarce en 2011.

El hijo de Oscar Aventín había ganado anteriormente en la categoría GTA en 2001 y en Top Race en 2002. Una familia de ganadores, ya que su tío Antonio venció con Dodge en la temporada 1981/82 y su papá Oscar en 1991 y 1992 con un Falcón.
 
Por eso se dice que Aventín, hoy más que nunca, tenía que ser el campeón del Turismo Carretera. (Fuente La Razón).          

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