Rafael Correa, una década en la presidencia ecuatoriana. |
Cuando en marzo de 2013 moría el presidente de Venezuela,
Hugo Chávez, todos miraron alrededor para saber quién podría sucederlo. La región
quedaba huérfana y las aplicaciones que quería el capitalismo se avecinaban.
Las cabezas giraron hacia Brasil y Argentina pero fue en
Ecuador donde se encontraba el líder que el socialismo quería. La derrota del
kirchnerismo y la destitución de Dilma Ruossef no hicieron más que se deslizara
hacia aquella frontera latina. Para colmo, en 2016 murió Fidel Castro, el más
importante líder de la revolución.
Las cifras económicas que le daban bien a un presidente
como Rafael Correa, de un país pequeño en relación a sus vecinos y un discurso
favorable de la unión latinoamericana antiimperialista "y de la Patria
Grande", como se enfatizó en llamar.
Pero ahora dejará el gobierno y se irá a Bélgica a descansar.
¿Consiguió emular a su antecesor venezolano en el liderazgo de América Latina?
Algunos dicen que lo paralelismos entre Chávez y Correa
son idénticos. En la llegada al poder y que aprovecharon situaciones de
cambios. Es más, Ecuador ha ganado una "relativa" estabilidad con el "boom" petrolero (como Venezuela) y fuerte inversión en
infraestructuras.
Los dos estuvieron mucho
tiempo en el poder: Chávez, quince años y Correa, un década. Correa pudo ser
Chávez, ¿lo fue? (Fuente El Cofidencial).
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