Almeyda pudo sacar campeón a Las Chivas tras 9 años. |
La vida está llena de ironías. Las cosas que menos
pensamos que puedan suceder, pasan sin mayor explicación, solo dejando que las
cosas transcurran. Cuando se anunció que Matías Almeyda llegaría a Las Chivas
de México, no faltaron las dudas, las burlas, las quejas sin conocer su trabajo
y las críticas por ser un argentino dirigiendo al club más mexicano.
Él calló, se dedicó a trabajar y ya consiguió un título tan
ansiado. El técnico logró lo que un desfile de estrategas no consiguieron con
el “Rebaño Sagrado”: crear un grupo unido que, con base en futbol, volviera a
levantar una copa. ¿Qué más da en qué competición haya sido? Él logró lo que
ningún otro pudo hacer en nueve años.
Hoy, el "Pelado" ha cerrado bocas tras proclamarse campeón de la Copa de México con una sola palabra: futbol. Porque Almeyda consiguió que sus dirigidos basaran los resultados en algo que parece simple, pero que no lo es del todo: encontrando serenidad, tratando bien al balón, haciéndolo circular por gran parte del campo, rechazándolo de zona propia, enviándolo al centro del área, mandándolo al fondo de la red.
Por si esto fuera poco, hizo que sus dirigidos fueran más
que un “simple” equipo de futbol: logró que hubiera armonía en el vestuario, la
misma que fue reflejada en la cancha. Y no es para menos, si él superó la
depresión que lo mantuvo alejado de las canchas durante cuatro años, sabía el
camino que debía seguir para componer un club que parecía estar roto y
sumergido en la amargura futbolística.
Matías sabe que es considerado un gran salvador, que el desafío que se propuso no iba a ser sencillo, pero que con esfuerzo, dedicación, trabajo y pasión, pudiera encontrar el lugar en donde renació como estratega: “la Perla Tapatía”. Y hoy, quien sea o no aficionado del club que él dirige, se lo agradece, por devolverle todo lo que perdió uno de los equipos más populares y ganadores de México (fuente goal.com).
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