martes, 11 de febrero de 2014

Metegol se llevó el Goya

Futbolín, como fue titulada la producción en el país ibérico, le ganó a El extraordinario viaje de Lucius Dumb, del director Maite Ruiz, Hinoku, defensores de Gaia, de Samuel Barreto y Manuel González Mauricio y a Justin, La espada del valor, de Manuel Sicilia.
Sobre el escenario del Centro de Congresos Príncipe Felipe, en el Hotel Auditorium de Madrid, los productores de la realización agradecieron la distinción en nombre de Campanella, quien no pudo asistir a la gala.

"Esta película está dando la vuelta al mundo, creíamos que los únicos que podían hacerlo eran los americanos. Juan José (Campanella) sos un maestro, pasamos siete años para hacer esta película, es muy emocionante saber que estamos acá y poder ser reconocidos. Muchísimas gracias y sigamos haciendo estos sueños posibles", sostuvo al recibir el premio uno de ellos.
"Gracias @telefecom por haber creído desde el primer minuto en este sueño de @juancampanell", publicó en su Twitter Axel Kuschevatzky, quien trabajó junto al reconocido director para hacer Metegol.
En este primer film de animación del director de El secreto de sus ojos, fue inspirado en el cuento del escritor Roberto Fontanarrosa, Memorias de un wing derecho, en el que se narran las aventuras de Amadeo, un chico tímido pero virtuoso, que debe enfrentarse a su rival, el Crack, en una cancha de fútbol.

Para ello contará con la inestimable ayuda de unos jugadores de metegol liderados por el Wing, su carismático extremo derecho. Amadeo y los jugadores se embarcan en una gran aventura con el fútbol como marco de esta emocionante historia de amor, respeto, amistad y pasión.
En esta co-producción de Argentina, México y España trabajaron más de 400 personas, se invirtieron siete años para su creación y un presupuesto que ronda los 9 millones de dólares. Una inversión que volvió con creces, al ser vendida a más de 70 países y convertirse en todo un éxito de taquilla.
El film Wakolda, de Lucía Puenzo, en tanto, no corrió la misma suerte al competir como mejor película iberoamericana junto a Azul y no tan rosa, del venezolano Miguel Ferrari (la producción que resultó triunfante), Gloria, del chileno Sebastián Leilo, y La jaula de oro, del mexicano Diego Quemada-Diez. Por TS.

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