Monzón con Susana Giméne, en el film La Mary, |
A los que les tocaba entrar en los relatos y narraciones
periodísticas, iban contra los mensajeros
y contra los medios que titulaban
con los datos más escabrosos y morbosos, pero la realidad es que resultó que la
gran mayoría lo consume.
Para dar un ejemplo, la serie Monzón -el boom televisivo del momento- muestra mucho de estas
cosas. Aún, cuando falten razones y la
propia prensa que publica y difunde los pleitos judiciales es un buen escenario
para buscar primero la justicia mediática antes que la legal.
Susana Giménez fue la que puso el grito en el cielo al
sostener una y otra vez que Monzón le pegó una sola vez y fue en Nápoles, ya
sea por celos hacia un actor francés que compartía con ella una filmación
cinematográfica.
Pero la misma diva
aclaró que nunca más fue violentada por el campionísimo por un lado, y el
denominado primer femicida, por el otro. Los personajes de la época sostuvieron
que vieron o participaron de los maltratos, pero ella juró que fue una sola vez.
Incluso negó haber sido atacada por Pelusa, la ex de Monzón, a la salida del teatro en su época de
vedette. Toda realidad que fue llevada a
la ficción. Hasta el propio campeón quien declaró después de haber sido
condenado, que les había pegado a todas sus mujeres menos a una, su madre.
Un nuevo negocio
que llegó (y está para quedarse) y tiene que ver con las verdades de los protagonistas que están bien
pagadas. Ahora sí, cuando esto llega a ser un éxito como en tal caso, los
enojos no son tanto y la prensa no es tan amarilla. Te lo digo yo. Por L.V.
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