Marilyn Monroe, símbolo femenino por siempre. |
En tiempos de feminismo, ¿moda o
avance real?, los verdaderos íconos de género son los que perduran en el tiempo.
No tanto por su belleza sino por su integridad en cuanto a dones de ser humano.
Ella fue la sex symbol
definitiva, mal que le pese a las feministas de ahora. Una actriz que la
tildaban de rubia “tonta”, pero de una inteligencia muy particular. Marilyn
Monroe tenía una suprema cualidad que la llevó a otro nivel.
Norma Jeane Baker (Marilyn)
trabajó como modelo en su adolescencia antes de que la productora de cine 20th.
Century Fox le hiciera una audición. Durante ese período, tuvo dos nombres
artísticos: Jean Norman y Mona Monroe. Nunca ganó un Oscar, pero en la escuela secundaria fue elegida "Oomph Girl" (algo así como chica
irresistible), una cualidad que la impulsó al estrellato de Hollywood.
"Soy buena, pero no soy un
ángel. Cometo pecados, pero no soy el demonio. Soy solo una niña pequeña en un
mundo grande que trata de encontrar a alguien a quien amar", supo decir. Sin embargo, quería llegar a estar involucrada con la actuación: "Soñar con ser una actriz es más
emocionante que ser una".
Sobre ser reconocida en el mundo
del espectáculo, consideró: "La fama pasará. Siempre he sabido que no
duraría para siempre. Al menos es algo que experimenté, pero no es donde
vivo". Su belleza impenetrable era algo
que no le quitaba el sueño. "Francamente, nunca he considerado que mi cuerpo
fuera tan excepcional. Hasta hace muy poco, rara vez pensaba en ello",
exclamó.
Después de que una columnista de chimentos la nombrara la "It" girl de 1952, Marilyn mencionó en una
entrevista que había posado desnuda para un calendario pin-up de 1949. El comentario causó un escándalo
menor, que la industria cinematográfica que la tenía contratada trató de frente,
sosteniendo que ella había tomado ese trabajo de modelo por desesperación
financiera. El escándalo terminó rápido.
El personaje que interpretó en "Los caballeros las prefieren rubias" tenía pasión por los diamantes, pero en la
vida real, Monroe estaba lejos de ser una buscadora de oro. "No me importa
el dinero", dijo una vez. "Solo quiero ser maravillosa", sentenció. En cuanto al sexo nunca lo
subestimó: "Creo que la sexualidad solo es atractiva cuando es natural y
espontánea".
"Una sex symbol se convierte en una cosa. Odio ser una cosa. Pero si voy a ser símbolo de algo,
prefiero serlo de sexo que de algunas otras cosas que tienen símbolos",
para muchas que hoy deberían oír. Cómo mostrarse lo tenía bien en
claro: "Me visto para los hombres. Una mujer mira tu ropa de manera
crítica. Un hombre la aprecia", señaló (deberían seguir oyendo).
En cuanto al patriarcado, una
palabra de moda en estos tiempos que corren, señaló: "No me importa vivir
en un mundo de hombres, siempre y cuando pueda ser una mujer en él". Hoy, casi cualquier autógrafo de
Marilyn Monroe vale miles de dólares, y en los últimos años una foto firmada de
la icónica estrella se vendió en una subasta por 150.000 dólares. Toda una radiografía de quien podría decirse: ¿La mujer perfecta? (Fuente msn.com).
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