Un tal Francisco Delgado...

"Nada fue premeditado, todo fue real", dijo Francisco.

Apenas irrumpió en la casa de Gran Hermano alcanzó la fama. Por su personalidad para convertirse en líder como por un pasado reciente “pesado”. Tanto que resultó ser el ganador indiscutido de la gente y del premio.

 

“No sabés la alegría que tengo”, resaltó. Y agregó: “No sabía la repercusión que iba tener el programa. Además, pasó absolutamente de todo.

 

Sobre lo difícil que resultó el encierro, Francisco  argumentó: “El primer mes lo tomé como un descanso. Venía de un pasado mediático bastante difícil y cansado de trabajar”.

 

Y aclaró más: “Después, a medida que pasaban los días empecé a sentir el rigor lógico de no saber la hora, perder el reloj biológico y demás. Como no había mucho que hacer, dormía microsiestas”.

 

Pasó tanto en esa casa que se fue y volvió: “Me fui porque estaba harto del encierro, jamás pensé en volver. Todo lo que pasó fue cierto, real, nada armado. Extrañaba mucho y sentía que no podía seguir”.

 

Hasta nació su beba estando ahí adentro. “Lo de Elena me cambió la vida. Cuando salí fue porque a ella la extrañaba mucho y me dio el empuje necesario para volver”, afirmó.

 

El modelo tuvo un encuentro dentro de la casa con Gisela Bernal, con quien tuvo un pasado amoroso y por el ADN puede resultar ser el padre de su hijo Ian.

 

Pero no todas fueron pardas, la casa le dio la oportunidad, según él de “comenzar en Infama como panelista y en enero, con la obra El champagne las pone mimosas en la calle Corrientes”. Como para no ser agradecido (Fuente Crónica).