Boca ganó el torneo de puna a punta. |
El equipo dominó de punta a punta el campeonato, de la mano de un Falcioni que, en el primer semestre, fue muy cuestionado pero al que se le dio un gran respaldo y logró rendir frutos a los millones de “bosteros” que hay en el mundo.
Un verdadero campeón debe reunir todos los condimentos necesarios para proclamarse. Y este Boca los tuvo. Una defensa sólida, comandada por el baluarte de Rolando Schiavi; un mediocampo solidario no sólo en tareas defensivas sino ofensivas también, y un ataque que no convirtió muchos goles pero que sí demostró una gran efectividad.
Fue fundamental Juan Román Riquelme: a pesar de sus apariciones intermitentes, supo ser un líder y aportar toda su experiencia para este grupo. Darío Cvitanich jugó poco pero fue letal. Y la seguridad que brinda tener un arquero como Orión quedó demostrada. Una columna vertebral conformada de esta manera demuestra que es la clave para adjudicarse un campeonato.
Las comparaciones siempre son odiosas, pero me parece que este conjunto de Falcioni es de lo más parecido al equipo de Carlos Bianchi del 98 y 99. Tal vez le falte la explosión que tenía el equipo del Virrey en ataque, ya que en ese entonces contaba con un Guillermo Barros Schelotto que se adueñaba a su antojo de la punta derecha, un Martín Palermo que lo que tocaba terminaba en el fondo de la red y al mejor conductor de todos los tiempos, Juan Román Riquelme, en un momento impresionante. Únicos.
Solamente quedan dos fechas y el equipo de la Ribera debe poner desde ya la cabeza en los refuerzos y en el plantel que se viene para encarar tanto el torneo local como la Copa Libertadores.
Angelici realizó una campaña impecable y se consagró con un récord de votantes que nunca se había visto. La sensación que esto genera es que claramente se vienen tiempos de cambio y, conociendo la política apoyada en Mauricio Macri, vendrán grandes aportes tanto para la filial, como en obras para la institución.
Boca Juniors es nuevamente campeón y arranca un nuevo proceso, tanto en lo deportivo como administrativo. Por Roberto Leto.
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