La llegada de los amigos
y el dinero. Como nunca antes había tenido. El retiro y una vida sin tener que
hacer. Los excesos.
Una mujer muerta, la
madre de su hijo. La condena y la cárcel, como nunca lo había pensado.
Carlos hubiera cumplido
80 años el 7 de agosto. Otro 7, pero de noviembre de 1970, llegó a la cumbre, a lo
más alto.
Con un puñetazo, como
tantas veces, destronó al italiano Nino
Benvenuti en Roma.
Carlos Monzón, campeón
del mundo. Catorce defensas. Retiro sin perder el título. El mejor boxeador
argentino.
Un accidente automovilístico
lo convirtió en leyenda. Ochenta años hubiera cumplido. Lo que no es poco.
Por M.A.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario