Martínez resignó el titulo mediano del CMB. |
Dolió
la derrota de Sergio Maravilla Martínez, a todo el pueblo argentino. Si se
había constituido en un ídolo para muchos, luego de sus hazañas anteriores.
El
muchachito de la película que había edificado su carrera en base a sacrificio,
soledad y talento. Pero lo que más duele es el fin de su reinado a los 39 años.
Más allá del análisis técnico, si Cotto fue o no muy superior, lo que se supone
es la culminación a una brillante etapa boxística. Con las lesiones a cuesta,
muy difícil de superar.
Si
hasta su propio técnico Pablo Sarmiento, el que tuvo la valentía de concluir el
combate, dijo a penas terminado que le “aconsejaría que ésta (la del sábado)
fuese la última. Él es mi amigo, mi hermano y ya no tiene nada que demostrar”.
El
propio Maravilla dejó entrever que descansará y hablará con su equipo antes de
tomar la determinación si sigue o no en el boxeo.
Lo
cierto es que Martínez sufrió un duro traspié. Nadie antes, salvo Margarito, lo
había golpeado tanto, cuando era un inexperto púgil que salía al exterior.
Pidió
perdón ante los micrófonos diciendo que en las contiendas se gana y se pierde.
Pero quedó en evidencia su físico deteriorado por las lesiones, en especial la
rodilla y su mano derecha que utilizó poco.
Muy
complicado para seguir exponiéndose ante rivales de envergadura. Aunque queda
la consideración de otro argentino grande de la actualidad como el Chino
Maidana, quién escribió: “En las grandes guerras sobre el ring campeones como
vos aguantan y si hay que morir lo hacen de pie. La gloria queda”. Si lo sabrá
él, un peleador de raza. (Fuente La
Razón ).
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